sábado, 9 de junio de 2007

TERRORISMO

No es tiempo de reproches. Las mafias siguen siendo las mafias y ETA lo es, es una mafia perniciosa para el pueblo vasco que debe ser quien la ponga en su sitio.
Hoy nos anuncian que van a volver a atentar si ya lo sabíamos, una mafia sin sangre no tiene razón de existir, y mucho menos una mafia sin honor, sin el honor de los mafiosos.

No es tiempo de reproches, es momento la unidad, es el momento de “Todos a una Fuente ovejuna”, que ETA es nuestro comendador.

Es momento de que Zapatero y Rajoy demuestren si son hombres de estado, así como Llamazares, Mas, Imaz, etc. Para demostrarlo solo tienen que hacer una cosa, olvidar las rencillas y saber que nuestro enemigo es ETA.

Desde CDL, como hemos hecho siempre, pondremos nuestro granito de arena para que la unidad contra el terrorismo sea un hecho y no permitamos que nadie saque rédito electoral del mismo.

Desde hoy y sin mirar atrás, todos repito, todos un paso al frente para volver a decirle a ETA, BASTA YA, en democracia las mafias no tienen lugar, y si la izquierda aberchale quiere participar en democracia que condene la violencia y se dejan de monsergas.

CDL apuesta por una política antiterrorista pactada con todas las fuerzas democráticas, donde la firmeza contra ETA sea total, y se acompañe con el diálogo con todas aquellas fuerzas que inequívocamente condenen la violencia, es decir la estrategia del “palo y la zanahoria”.
Palo a los violentos, entendido el palo como la defensa a ultranza del estado de derecho, y zanahoria a todas las fuerzas aberchales que rechacen y condenen la violencia.

Ya hemos dicho que no es tiempo de reproches es el momento de la unidad, la misma unidad y consenso que hace treinta años nos llevó a las primeras elecciones democráticas y que fueron comandadas por Adolfo Suárez y su Unión de Centro Democrático de la que CDL se siente heredero, pues sus políticas de consenso son hoy en día más necesarias que nunca.

Madrid 5 de Junio del 2007.


Ejecutiva Nacional de CDL

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un repaso a la historia


Seguramente todos sabemos quien era Goebbels, el mago de la propaganda nazi, el auténtico artífice del liderazgo de Hitler.

No todos saben que Hitler llegó al poder por las urnas, orquestando una campaña de desestabilización del gobierno democrático alemán de entonces, soliviantando a las masas, recurriendo para ello a los elementos emocionales más irracionales del sentimiento nacionalista, la entronización del miedo, la conversión en verdades y en prioritarios unos falsos conflictos sociales, calificando de traidores a la patria alemana a sus gobernantes, etc.

En el presente, la estrategia del Partido Popular es asombrosamente similar a la que fue elaborada por Goebbels en los años 30. ¿Que no puede ser? Consultemos el manual de Goebbels (y veamos a qué nos recuerda):

1. Principio de simplificación del enemigo único. Adoptar una única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un único enemigo. (en el caso actual: José Luís Rodríguez Zapatero)

2. Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo. Los adversarios han de constituirse en suma individualizada. (ETA + ZP + ERC + Catalanes)

3. Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan". (Cesiones continuadas a ETA durante 8 años, el juicio del 11M).

4. Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave. (sin palabras: de Juana Chaos..., el humo en el barco de fertilizantes en Galicia).

5. Principio de la vulgarización. "Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar". (las palabras como traición, familia, libertad, España se rompe"....)

6. Principio de orquestación. "La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas". De aquí viene también la famosa frase:"Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad". (Acebes +Zaplana + Jiménez los Santos + El Mundo)

7. Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público está ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones. (el cambio de las "conspiraciones" respecto el del 11M durante tres años, entre otras, sin contar con la "destrucción de la familia", etc. etc.)

8. Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias. (utilizando los medios de comunicación afines y a todos sus militantes con cargo emitiendo desinformación)

9. Principio de la silenciación. Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines. (España está en el mejor de sus momentos económicos, la legislación social es una de las más avanzadas de Europa, y MUY IMPORTANTE: convocar a una rebelión con la excusa de Juana en vísperas del 11M)

10. Principio de la transfusión. Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas. (España se rompe...la familia tradicional se rompe....)

11. Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente que piensa "como todo el mundo", creando una falsa impresión de unanimidad. (Decir siempre que, lo que ellos dicen, es lo que piensan los españoles)


Piénsalo, coméntalo y pásalo…